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El café: descubre sus principales secretos
Contestemos primero a la pregunta:
Qué es el café
El café es una infusión obtenida a partir de las semillas tostadas y molidas de la planta del cafeto (Coffea) planta que se cultiva siempre en países tropicales.
En realidad es la semilla del fruto del cafeto, que tiene forma y color de cereza cuando está en su estado optimo para la recolección.
La semilla o grano generalmente tiene forma ovalada, redondeada por una cara y con un surco longitudinal en la otra, que mide alrededor de un centímetro de largo y es de color amarillo verdoso.
Para obtener café debe eliminarse la pulpa, cuestión para la que se usan diferentes procedimientos, y posteriormente tostar y moler ese grano de café para preparar una infusión con el producto resultante.
El café es una bebida de mezclar agua caliente, que no hirviendo, con los granos de café tostados y molidos en diferente grado, en función del tipo de extracción.
Es una de las bebidas estimulantes predilectas en Europa y Estados Unidos.
Comercialmente es la bebida número uno del mundo se estima que un tercio de la población mundial la consume.
Tomar café al comenzar el día, en el desayuno, al hacer un paréntesis en nuestra actividad diaria o al finalizar una comida es uno de los actos cotidianos más repetidos en todo el mundo.
El café es para muchos de nosotros una bebida imprescindible, y suele serlo por que además de por su aroma y sabor, por su contenido en cafeína que produce un efecto estimulante en nuestro organismo.
Con el café disfrutamos de una bebida placentera y estimulante, que apenas tiene grasas o calorías, y es una importante fuente de antioxidantes.
Variedades comerciales habituales del café
El café crece bien en las islas de Java y Sumatra, y en Arabia, India, África, Antillas y América Central y América del Sur, resultando esta última, con sus cultivos de arábica, quien produce aproximadamente las dos terceras partes de todo el café consumido en el mundo.
Es el producto básico de exportación para los países centroamericanos y de America del Sur.
Las plantaciones de café ocupan altitudes comprendidas entre el nivel del mar y el límite de las nieves perpetuas tropicales, que se encuentra a unos 1.800 m - 2000 metros dependiendo de variedad y climas de cada zona.
El producto final es siempre el llamado café verde, que se selecciona a mano o a máquina para eliminar las semillas defectuosas y la materia extraña, y se clasifica en función del tamaño.
Aunque se conocen más de un centenar de especies, realmente sólo se cultivan t especies: el café arábica y el café robusta.
Existe una tercera especie el café Liberica mucho menos consumida que tiene importancia en algunas zonas como Filipinas donde si tiene cierta relevancia su consumo.
Quizá hayas oído hablar del café Excelsa que ha sido recientemente reclasificado como miembros de la familia Liberica, los dos tipos de cafés no podrían ser más diferentes; difieren tanto que algunos miembros de la comunidad cafetera todavía piensan en ella como una especie separada.
Lo cierto es que el café que llegará a tu taza será bien arábica, bien robusta o un blend, mezcla, de granos de cafés de estas especies en un altísimo porcentaje de ocasiones que tomes una taza de café en casa o en cualquier establecimiento de hostelería.
Fundamentalmente las variedades de café son las más consumidas y apreciadas son por este orden la arábica y la robusta.
Para ser sinceros se aprecia y valora más la variedad de café arábica por su delicado aroma, acidez y su bajo contenido en cafeína.
Se produce fundamentalmente en zonas como Centro America, Colombia, y fuera de America en Kenia con su famoso AA o Etiopía con su Sidamo.
El café robusta, producido en Angola, Uganda y Costa de Marfil, presenta un aroma más fuerte y astringente y un mayor contenido en cafeína.
Se considera que una taza de arábica aporta entre 50 y 100 mg de cafeína mientras que una taza de robusta contiene 120 y 250 mg de esta sustancia. En líneas generales se prefiere el café arábica como un café de mayor calidad que el robusta, por esta razón, tiene un precio mayor.
¿Qué nos aporta el café?
Una taza de café es una bebida placentera con su aroma y sabor tan característicos que al mismo tiempo nos estimula y mantiene alerta.
El café tiene un 12% de cafeína, menos que el té.
Según la tabla Caffeine Content of Food and Drugs publicada por el Center for Science in the Public Interest (CSPI), una porción de café expreso contiene 7 gramos de café y 40 miligramos (mg) de cafeína, mientras que en una bolsita de té de 10 gramos hay 30 mg de café.
Por lo tanto por gramo el té gana en cafeína al café, pero una taza de café expreso contiene más cafeína que una taza de té.
El sabor del café no procede de la cafeína.
Mucha gente cree que el sabor y el aroma están en la cafeína pero no es así.
El sabor se lo dan los azucares y aceites naturales de cada grano en el tostado, que es la parte del proceso que transforma el café dándole las características de aroma y sabor de lo que todos entendemos por café.
No tienes más que tomar una infusión de café verde para llegar a la conclusión de que eso no es café.
Aporte energético y de nutrientes del café
El café es una infusión nos proporciona fundamentalmente agua, escasas proteínas, grasas e hidratos de carbono por lo tanto no aporta prácticamente calorías, contiene algo de niacina, magnesio y es relativamente rico en potasio.
El aporte energético del café es de 2 kcal por taza (tamaño típico), 1 mg. de sodio (Na), 2 mg. de calcio (Ca), 0.1 mg de hierro (Fe), 4 mg de fósforo (P) y 36 mg de potasio (K) estando constituida la bebida por un 98% de agua.
Digamos ya que si tomas el café con azúcar y leche el aporte de calorías no vendrá del café, sino del azúcar o de la leche.
Compuestos extraídos y retenidos por el agua
Los compuestos que extrae el agua a su paso por el café se clasifican:
- En componentes de sabor no volátiles: la cafeína, trigonelina, ácido clorogénico, ácidos fenólicos, aminoácidos, hidratos de carbono y minerales.
- Componentes de aroma volátiles: ácidos orgánicos, aldehídos, cetonas, ésteres, aminas y unos compuestos de azufre llamados mercaptanos.
Qué sustancias aporta el café a nuestro cuerpo
La niacina forma parte del complejo de la vitamina B que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar y mantenerse sano.
Ayuda a algunas enzimas a funcionar correctamente y ayuda a que la piel, los nervios y el aparato digestivo se mantengan saludables.
Su componente más característico es la cafeína, que ejerce su acción estimulante sobre el sistema nervioso, estómago, corazón y riñón.
La cafeína, un alcaloide que forma parte de los componentes del café, tiene un efecto levemente estimulante en la persona que lo consume.
La cantidad de cafeína depende de la variedad de café así como del sistema de elaboración y preparación empleados:
- Los cafés robusta tienen más cafeína que los arábicas.
- Y los tuestes medios y bajos tienen más cafeína que los cafés sometidos a tostados muy oscuros tipo francés, etc.
El contenido en cafeína de un café puede oscilar entre un 2,8 y un 4,6%.
Mientras que el café descafeinado sólo contiene alrededor del 0,1%. En España por ley por lo que ningún descafeinado debería de tener más del 0,1 por ciento de cafeína.
Actualmente se considera que bebiéndolo en las cantidades normales, sin sobrepasar las tres tazas diarias, no tiene efectos contraproducentes.
¿Qué efectos produce el café en el organismo?
Los efectos del café sobre el organismo son debidos a la presencia de cafeína que actúa rápidamente y cuya acción puede durar de 3 a 6 horas, dependiendo de cada persona, de la edad y del grado de habituación que tengamos al café.
Sus efectos son en líneas generales son los siguientes:
- Estimula la actividad cerebral, quita el sueño y disminuye la fatiga.
- Tonifica el corazón.
- Sube ligeramente la presión arterial.
- Aumenta la resistencia en los deportes.
- Favorece el consumo de grasas reduciendo el consumo de las reservas musculares de glucógeno.
- Aumenta la producción de jugos gástricos en el estómago.
- Inhibe la secreción de bilis y potencia la movilidad intestinal (facilita qeu vayas al cuarto de baño, tu ya me entiendes).
- Es ligeramente diurético.
Dos o tres cafés al día no suponen ningún problema para el organismo para una persona sana.
Sin embargo, en ocasiones, su consumo excesivo puede ocasionar dependencia física que se manifiesta con dolor de cabeza, náuseas, fatiga, letargia y ansiedad, pero son síntomas reversibles que desaparecen al dejar de tomarlo.
Si te gusta el café pero no los efectos que produce la cafeína en tu cuerpo siempre tienes la opción de los descafeinado.
Si te decides por ellos te recomendamos que sean conseguido con agua, o con CO2 en estado hipercrítico, que son dos métodos totalmente respetuosos con el medio y que además son seguros y fiables para el ser humano en la eliminación de la cafeína, manteniendo en gran medida el aroma y el sabor del café original antes de ser descafeinado.
Según la autoridades sanitarias el cloruro de metileno o el acetato de etilo que son dos medios para eliminar la cafeína del café, muy utilizados en descafeinados de baja calidad no dan problemas en el consumo humano, pero ya te digo yo que destruyen toda posibilidad de tomar un café descafeinado de buena calidad.
¿Cuando debemos evitar el café?
Como medida de precaución se debe limitar o moderar su consumo en caso de:
Hipertensión, ansiedad e insomnio, enfermedades gastrointestinales (gastritis o úlcera duodenal), y embarazo o lactancia, ya que la cafeína es capaz de atravesar la placenta o pasar a la leche y el niño puede recibir tasas muy elevadas de cafeína.
Por lo demás en estas cosas lo mejor es estar a lo que te aconseje tu médico que siempre es la persona más preparada para tomar decisiones sobre lo que debes o no debe consumir según tus circunstancias de salud.
¿Y tu eres amante del café y los efectos de la cafeína o te inclinas por el café descafeinado? ¿Cuantos cafés tomas al día? ¿Qué tipos de cafés prefieres?