EL origen del CAFÉ: UN VIAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO Y LAS CULTURAS
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA COSTUMBRE DE CONSUMIR CAFÉ?
No lo sabemos con certeza, nos faltan fuentes escritas. Se cree que los ancestros etíopes del actual pueblo oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante de los granos de la planta del café.
Un velo de misterio y leyenda lo envuelve. La respuesta definitiva se nos escapa entre las brumas del tiempo. La escritura llegó tardíamente a la región donde se originó el café, Etiopía, dejando solo leyendas transmitidas oralmente como pistas de su pasado.
A la pregunta de desde cuándo se toma café en esa zona, es algo a lo que difícilmente podemos responder. Posiblemente, durante milenios, pero la escritura llegó muy tarde a la zona, por lo que los investigadores no pudieron recoger más que leyendas locales que se transmitieron oralmente.
DEL MITO A LA REALIDAD: LOS PRIMEROS PASOS DEL CAFÉ
La famosa leyenda de Kaldi nos narra cómo un pastor de cabras observó la energía inusual de sus animales tras comer bayas de un arbusto. Al probarlas él mismo, experimentó una similar vitalidad. Esta historia, aunque cautivadora, no está verificada.
Lo que sí podemos afirmar es que las tribus etíopes, probablemente los ancestros del pueblo oromo, fueron los primeros en reconocer las propiedades energizantes del café. ¿Cuándo? Es difícil precisarlo, pero posiblemente cientos o miles de años antes de la llegada de la escritura a la zona.
Aunque la leyenda coincide en señalar a Kaldi como responsable del descubrimiento, varían en relatar cómo llega el descubrimiento a los monjes de un monasterio musulmán. Los monjes de su pueblo realizaron una bebida con los mencionados granos, sin embargo, no tenía muy buen sabor, por lo que decidieron tirarlos al fuego. En ese momento, los granos tostados daban un aroma tan agradable que los monjes volvieron a probar la bebida una vez los granos estuvieran tostados, surgiendo así la forma de tomar esa bebida, tostando el grano, moliéndolo e infusinándolo con agua.
Eso sí, parece que supieron ver en el café un elemento fantástico para ayudarles a permanecer atentos y no dormirse en las largas horas de oración a las que se sometían.
Lo que ya es historía es que desde Etiopía, el café fue propagado a Yemen. La evidencia más temprana de cualquier bebida de café o conocimiento del árbol del café aparece a mediados del siglo xv, en los monasterios sufís de Yemen.
Y de allí se expandió al resto en del mundo en un proceso imparable.
La primera expansión del café por el mundo árabe.
De Etiopía a la Península Arábiga
El siglo XV marcó un punto de inflexión en la historia del café: su paso de la leyenda a la historia documentada. A partir de este momento, la bebida comenzó a extenderse por el mundo árabe, conquistando paladares y culturas a su paso.
La Península Arábiga se convirtió en la puerta de entrada del café al resto del mundo. Los árabes no solo adoptaron la bebida, sino que también la perfeccionaron, desarrollando técnicas para tostar y preparar el café como lo conocemos hoy en día.
Cultivo y comercio
El cultivo del café se expandió rápidamente por la Península Arábiga. Yemen, con su clima cálido y húmedo, se convirtió en uno de los principales productores de café de la época. Desde allí, la bebida se exportaba a otros países árabes y al resto del mundo.
Más allá del hogar: las primeras cafeterías
El consumo de café no se limitaba al ámbito privado. Las cafeterías, conocidas como "qahwah", comenzaron a surgir en todo el Cercano Oriente a partir del siglo XVI. Estos lugares se convirtieron en espacios de encuentro social, donde los clientes podían disfrutar de la bebida, conversar, escuchar música, jugar al ajedrez e incluso informarse sobre las últimas noticias.
El "Vino de Arabia"
El café se ganó el apodo de "Vino de Arabia", una expresión que reflejaba su popularidad y su origen. Esta denominación se extendió por Europa, contribuyendo a la expansión global del café.
Un legado cultural
La expansión del café por el mundo árabe no solo tuvo un impacto comercial, sino también cultural. El café se integró a las tradiciones y costumbres de la región, convirtiéndose en un símbolo de hospitalidad, amistad y sabiduría.
LA LLEGADA A EUROPA Y UN HITO IMPORTANTE: LA DIFUSIÓN DEL CAFÉ
La introducción del café en Europa no fue un proceso exento de dificultades. Mientras algunos reconocían su potencial, otros, en una Europa cristiana, veían con recelo esta "bebida negra" proveniente del mundo musulmán, especialmente por sus propiedades estimulantes, lo que generó una mirada desconfiada.
Para algunos, el café fue considerado como una invención amarga del diablo, lo que llevó a su condena y a intentos de prohibición, como sucedió en Venecia en 1615, donde el clero local intentó detener su consumo.
La controversia suscitada entre detractores y defensores del café fue tal que se solicitó la intervención del Papa Clemente VIII para resolver la disputa. El Papa, lejos de condenar la bebida sin más, decidió probarla antes de tomar una decisión. La experiencia le resultó tan satisfactoria que decidió otorgarle su aprobación papal.
Esta acción no solo permitió que el café ganara aceptación en Europa, sino que también estableció las bases para su popularización. Se abrieron cafeterías en Italia, Austria, Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda y otros lugares, replicando el fenómeno observado en el mundo musulmán.
En Inglaterra, las cafeterías, conocidas como "penny universities" (universidades de un penique), permitían a las personas comprar una taza de café por un penique y participar en conversaciones estimulantes. El café, al facilitar la comunicación y estimular el intelecto, se convirtió en una alternativa más saludable al vino o la cerveza, que solían consumirse durante el almuerzo.
Este cambio de hábitos evidenció que los trabajadores eran más productivos con una taza de café que con una jarra de cerveza o una copa de vino. Así, el café se convirtió rápidamente en una costumbre arraigada.
Para mediados del siglo XVII, Londres albergaba más de 300 cafeterías, convirtiéndose en lugares de encuentro para comerciantes, transportistas, corredores y artistas. De estas reuniones surgieron numerosas ideas empresariales, como las aseguradoras Lloyd's of London y la Sociedad de Clasificación Lloyd's Register, que tomaron sus nombres de la Lloyd's Coffee House, donde se originaron.
La expansión del café por el resto del mundo: el salto a América y Asia
La historia de cómo llegó el café a América tiene diferentes versiones
1. La versión más aceptada en cuanto al consumo de café en América
El café llegó a América a través de Nueva Ámsterdam (actualmente Nueva York) a mediados del siglo XVI. Donde se introdujo por los holandeses, quienes lo traían desde sus colonias en Asia.
Desde Nueva York, el café se expandió a otras ciudades como Filadelfia y Boston.
2. Otras versiones de la llegada del café a américa:
Algunos historiadores creen que el café pudo haber llegado a América antes, a través de exploradores españoles o portugueses.
El cultivo del café en América
A principios del siglo XVIII, el café comenzó a cultivarse en América. Los primeros países en hacerlo fueron Brasil, Surinam y Guyana Francesa.
Hoy en día, América es uno de los principales productores de café del mundo con Brasil o Colombia a la cabeza de la producción mundial.
LA LLEGADA DEL CAFÉ A LAS COLONIAS ESPAÑOLAS Y PORTUGUESAS
El desarrollo del café en América
Los orígenes del café en España: historia con sabor a tradición
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Los comerciantes italianos: A mediados del siglo XVIII, introdujeron el café y abrieron cafés en ciudades como Barcelona, Cádiz, Madrid, San Sebastián y Sevilla. Un ejemplo notable es Gippini, con establecimientos en varias ciudades.
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Los Borbones: La dinastía Borbónica, de origen francés, también contribuyó a la popularización del café en España.
A finales del siglo XIX y principios del XX, los cafés se convirtieron en espacios culturales de gran importancia culutral.
En ellos se celebraban tertulias de arte, literatura y política. Algunos cafés famosos de la época son el Café Gijón de Madrid, el Café Novelty de Salamanca y el Café de Fornos de Madrid.
El café se integró a la cultura española
La historia del café de Agaete: El único café cultivado en España.
El siglo XX es el momento donde el café alcanza su estatus actual
El café enfrentó desafíos en su camino hacia la aceptación generalizada. En el siglo XVII, tanto el té como el café se consideraban peligrosos, casi como drogas, con la creencia de que un consumo excesivo podía ser mortal. Una anécdota famosa involucra al rey Gustavo III de Suecia, quien decidió poner a prueba los efectos del café y el té en dos presos. Curiosamente, los resultados demostraron que los consumidores de café vivieron más tiempo que los de té, ya que el rey y los miembros de la comisión médica fallecieron antes de los presos.
A principios del siglo XX, se produjeron avances significativos en el procesamiento del café gracias al desarrollo de métodos mecánicos de tueste, molienda y procesamiento.
Además, se mejoraron los métodos de conservación y empaquetado, lo que facilitó la expansión del consumo de café en todo el mundo. El crecimiento del transporte también contribuyó al aumento del consumo de café, especialmente en Estados Unidos, donde se convirtió en parte del estilo de vida y se exportó a nivel mundial.
El café en el siglo XXI
El consumo de café continúa en aumento, habiendo crecido un 95% en los últimos 35 años y alcanzando casi 10.000 millones de kilos de café al año a nivel mundial.
A pesar de que los países productores son importantes en la industria del café, son los consumidores de Europa del Norte quienes lideran el consumo per cápita, con los finlandeses en la cima consumiendo 12 kilos por persona al año, seguidos de cerca por noruegos y suecos.
En países como Brasil, México y España, el café es parte integral de la cultura y el estilo de vida, con un consumo significativo pero no tan alto como en los países del norte de Europa. A nivel global, el café se ha convertido en la segunda mercancía más comercializada después del petróleo, demostrando su relevancia y éxito en la sociedad moderna.
Así concluye nuestro viaje a través de la historia y el impacto del café en el mundo contemporáneo. ¡Un saludo y un gran café para ti!
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Existen 2 Comentarios
Muy interesante
Gracias por compartir tanta información.
Gracias a ti MIlagros
Muchas gracias Milagros, nos encanta que te haya parecido interesante el post.
Nos encanta el café y nos esforzamos por dar a conocer todo lo que tiene que ver con él.
Hoy lo tenemos como una bebida con lo que convivamos día a día, y no nos damos cuenta de que esta presencia mundial no es muy antigua en el tiempo.
Saludos