Las 10 variedades de café más populares entre los españoles

Si has vivido en España —o simplemente has pasado unos días aquí— sabrás que el café no es solo una bebida. Es una pausa necesaria, una excusa para una buena charla o el empujón que marca el inicio del día. Lo tomamos en casa antes de salir a trabajar,  de pie en la barra de un bar haciendo una breve pausa en nuestra vida diaria, en la terraza al sol o en una sobremesa que se alarga más de lo previsto.

 

Sabrás si alguien es español si ha crecido escuchando al camarero del bar de su barrio diciéndole a tu padre:  “¿un cortado, como siempre?”

 

Si vienes de fuera y te intriga esa relación tan especial que tenemos con el café, este post es para ti. Porque en España no solo tomamos café: lo vivimos, nos relacionamos alrededor de él. 

 

Algunas de las variedades que encontrarás aquí son puramente nuestras, otras reconozcámoslo ya, vienen de fuera —especialmente de Italia—, pero las hemos hecho nuestras a nuestra manera. A continuación, te explico cuáles son los diez cafés más consumidos en España, cómo se preparan y cuándo se toman, para que no te pille por sorpresa la próxima vez que pidas uno.

El café con leche es el clásico de los clásicos. Mitad café, mitad leche caliente, servido en taza grande y con una tostada al lado si es por la mañana. Es el café que muchos españoles tomamos al arrancar el día, casi como un ritual. Si lo pides después de las 11, puede que el camarero te mire raro… pero nada que no se arregle con una sonrisa.

El cafés cortado es intenso, pero con carácter amable. Un espresso al que se le añade solo un chorrito de leche. Lo suficiente para suavizar sin perder fuerza. Se sirve en vaso pequeño y es el favorito de quienes no quieren un café largo, pero sí con un toque cremoso. Lo reconocerás rápido en cualquier barra: es el que siempre pide "el de la mesa del fondo".

El café solo, el más directo. Un golpe de sabor, corto, negro y sin rodeos. Ideal para después de comer, o para quienes dicen “yo sin café no soy persona”. Es nuestro espresso, y aunque no siempre venga con vasito de agua como en Italia, viene cargado de historia y costumbre.

El café americano se prepara como un espresso al que se le añade agua caliente, hasta convertirlo en un café más largo y suave. Muchos lo asocian con los desayunos de hotel, pero también lo piden quienes buscan sabor sin tanta intensidad.

El más “cosmopolita” de la lista. Espresso, leche caliente y espuma, todo bien equilibrado y, a veces, con un toque de cacao por encima conforman el capuchino. Aunque no es típico en los bares de barrio, cada vez se ve más en cafeterías modernas o brunchs. Es el café que uno se pide cuando quiere darse un pequeño lujo.

Aquí empieza la parte cañera. El carajillo mezcla café (solo o cortado) con un buen chorro de licor: brandy, whisky o Licor 43. En invierno entra solo, y en algunos pueblos aún se sirve “debajo de la barra”. No es raro que lo tomen trabajadores bien temprano... y luego, a seguir con el día como si nada.

Un imprescindible del verano. Te traen el café (normalmente solo o cortado) junto a un vaso con cubitos. Endulzas, remueves y lo viertes sobre el hielo. ¡Y voilà tu café con hielo! Un café frío al estilo más español. Fresco, rápido y perfecto para sobrevivir al calor de julio.

Aquí entra el espectáculo. En Canarias, el barraquito es una obra de arte en capas: leche condensada, Licor 43, espresso, leche espumada, canela y piel de limón. En la península, su primo hermano es el café bombón, más sencillo: solo leche condensada y café. Son dulces, cremosos y muy, muy instagrameables.

Un espresso "manchado" con un poco de espuma de leche. Justo ese detalle que suaviza sin robarle el alma al café. No se encuentra en todas partes, pero si ves una cafetería con aire italiano, es probable que lo tengan. Es perfecto para quienes disfrutan del espresso, pero con un guiño de suavidad.

Más leche que café, pero sin perder elegancia. Se sirve en vaso alto, con una capa de espuma fina por encima. Aunque tiene nombre italiano, se ha colado en muchos menús españoles. Ideal para meriendas, tardes de charla o ese momento en que apetece algo más suave y reconfortante.

 

Es el hermano suave del cortado. Aquí la proporción se invierte: es leche caliente con solo unas gotas de café. Ideal para quienes quieren un toque de cafeína sin renunciar a la suavidad. Se suele pedir mucho en el sur de España, especialmente en Andalucía. También se le conoce como leche manchada.

Para los que necesitan algo más que un empujoncito. Dos cargas de café en una sola taza, el espresso doble es fuerte, intenso y directo al grano. Perfecto para mañanas difíciles o tardes largas. Lo puedes pedir en la mayoría de cafeterías, aunque a veces se le llama también café doble.

¿Quieres algo más suave pero sin recurrir a un americano? Entonces el café largo es para ti. Es un espresso al que simplemente se le deja pasar más agua por la cafetera, resultando en una taza más llena pero menos concentrada. Eso sí algo más amarga que el café solo. 

Al final, el café en España no se mide en mililitros ni en grados de tostado. Se mide en momentos, en costumbres, en gestos que todos reconocemos: el ruido de la cucharilla en la taza, el “lo de siempre” que se pide sin pensar, la pausa compartida en la barra del bar al que en España no se va a beber se va a vivir, el calor de una terraza en invierno.

 

Algunas de nuestras formas de tomar café son profundamente españolas, como el cortado o el carajillo. Otras, como el capuchino o el café latte, vienen de fuera —sobre todo de la tradición italiana—, pero las hemos acogido con naturalidad, como quien recibe a un amigo que llega para quedarse.

 

¿Cuál es tu café? ¿Te gusta el solo bien cargado o prefieres el café con hielo en pleno verano?

 

Sea cual sea, ahora conoces un poco más lo que se esconde detrás de cada taza. Porque en España, como habrás visto, el café se toma... con alma.

 

Te invitamos a leer:

 

Tipos de cafés diferentes que merece la pena conocer

Diferente  tipos de cafés que puedes pedir en España

10 tipos de café que te van a gustar si amas esta bebida

Cafés: Guía básica