Qué es el café torrefacto

Mezcla de granos de café torrefacto y café natural

que es el café torrefacto

El café torrefacto es aquel  café al que se le ha añadido azúcar en el proceso de tostado.

El resultado un café negro en el color de los granos, ya que el grano se ve recubierto de una capa de azúcar quemado a doscientos grados.

El café torrefacto no es una invención española, o quizá deberíamos de decir Ibérica, por que nuestros vecinos los Portugueses desgraciadamente también lo han asumido como propio, pero si enraizó con fuerza en la Peninsula Iberica.

En nuestra opinión todo un atentado contra el café de calidad, puesto que el café así tostado ve desvirtuadas todas las propiedades de un buen café.

Un poco de historia sobre el café torrefacto.

Parece que los orígenes de esta practica podrían estar en la inexistencia de los métodos de envasados desarrollados y el café tendía a volverse rancio con la humedad en las bolsas.

La idea era, proteger el grano de café con azúcar para poder mantener las propiedades durante un periodo más largo, por que la capa de azúcar que se formaba por encima del grano lo alejaba de del oxígeno.

Sabemos que a España los trajo don José Gómez Tejedor -bajo la marca de cafés La Estrella en la actualidad propiedad de la multinacional Nestle- en Badajoz, quien obtuvo la patente del café torrefacto en España en 1901​.

Tejedor  a  finales de la década de los 70 del siglo XIX se estableció en Badajoz.  
 
Allí, en una tienda de ultramarinos, entró en contacto con la tostación del café. Compró una cafetería en Badajoz y comenzó a viajar a México para abastecerse de materia prima.
 
Allí conoció que al igual que en Cuba, los mineros añadían azúcar a los granos de café para protegerlos de la humedad. 
 
A su regreso inventó el procedimiento de tostado del café conocido como “torrefacción” y el 22 de noviembre de 1901 presentó su solicitud de patente ES28829 que es origen de toda la historia del café torrefacto
 

La expansión café torrefacto tiene su origen en la posguerra fruto de la escasez y la dificultad de obtener suficiente materia prima y a un precio aceptable.

El grano que llegaba en esa epoca era escaso y de baja calidad.

Por ello se optaba por mezclarlo con azúcar para tener un café medianamente digerible, como una alternariva menos mala a las otras opciones eran sucedáneos como la achicoria o cereales que sometidos al mismo proceso que el café nos proporcionan una versión más asequible pero para nada similar al café.

En épocas de muchas dificulatades como fue la postguerra española llego a tener mucho éxito, debido fundamentalmente a que el café al ser mezclado con azúcar, producto que es más barato que el café en grano, aumentaba de peso al tostarlo por que se le añadía la capa de azúcar tostado rodeando al grano.

El aumento de producción era considerable, aproximadamente el 20 % más de peso en un café torrefacto co parado con un café natural.

Todos podemos entender que le salía más rentable al vendedor con el mismo volumen de café conseguía un 20% más de producto.

Para este proceso no se utilizaba, ni se utiliza, el mejor grano de café como bien podéis sospechar.

En mi opinión es un proceso que no se si  pudo tener sentido o no hace 80 años, pero en la segunda década del siglo XXI lo que es seguro es que no tiene ninguna razón de ser.

De hecho cada vez se ve menos en tiendas y supermercados los cafés 100% torrefactos, aunque sigue siendo corrientes las mezclas con café natural y café torrefacto.

De hecho cuando en España cuando se habla de mezcla suele hacer referencia siempre a la mezcla de café torrefacto con café natural, eso sí en diversos porcentajes.

En la foto principal del post podeis ver una mezcla de cafés torrefactos en grano, de color negro y naturales igualmente en grano de color marrón.

En ausencia de torrefacto en la mezcla solemos hablar de blend no de mezcla

Ha sido tal su introducción en España y Portugal que mantiene a numerosas personas cautivas de esta forma de preparar el café más por constumbre que por cualquier otra cosa.

¿Qué beneficio tiene tomar un café torrefacto?

Si queréis que sea sincero, ninguno. Obtienes un peor café sin obtener beneficio alguno.

Existen estudio que afirman que es incluso perjudicial para la salud.

Al margen de que no esté recomendado para diabéticos por la presencia de azucar,  se le considera más indigesto.

Apesar de que no existe ningún estudio concluyente, se le han atribuido incluso propiedades cancerigenas al igual que a otros alimentos que se someten a temperatura muy altas.

Lo que si hace siempre el café torrefacto disfrazar el sabor del café natural lo que permite a los que lo comercializan el uso de granos de baja calidad.

Además utilizan en su producción menos cantidad al vendérnoslo mezclado con azúcar y de él se obtiene una bebida uniforme sin matices, triste, muy fuerte, amarga, de propiedades poco o nada saludables.

Con todo el cariño para algunos profesionales de la hostelería el café torrefacto hace más crema que un café natural es una leyenda urbana.

En todo caso esta crema vendría de que está mayoritariamente hecho con cafés robustas de peor calidad, menos aroma y sabor que los arábicas pero dan más crema en la taza de café que los arábicas.

El café no tiene más o menos cuerpo en función de que lo adulteremos con azucar o no, pude tener más cuerpo por que los robustas tienen menos aroma y sabor, pero tienen más cuerpo.

Sólo da a la bebida color negro, cuando el café debe de ser marrón oscuro.

Tiene sabor amargo y a quemado, el café robusta ya es de por si amargo, aumentar el amargor del café para tener que añadirle más azúcar blanquilla o edulcorantes químicos, no parece muy lógico y menos en nuestra sociedad actual tan preocupa por la comida sana.

 

En definitiva todos tenemos historia como tostadores de la que no estamos libres de pecado sobretodo si tienes unas decadas en el sector, pero seguir defendiendo esta reliquia del pasado es francamente sorprendente.

El café torrefacto produce un café de menos calidad, aunque debido a la costumbres tengamos como hábito consumirlo, no es el mejor café que podemos tomar. 

Opta por un café  de tueste natural, y que podrás conseguir:

  1. Más sabor que te permitirá tomar un café sin ningún tipo de añadido.
  2. Más calidad, en cafés arábicas puedes conseguir en tu paladar una gran gama de matices diferentes y disfrutar de un gran café.
  3. Más salud, el café natural no posee ningún aditivo, por lo que podrás disfrutar de sus características organolépticas de forma plena. Si te decides por un café ecológico con una producción sin productos químicos en su cultivo mejorarás este apartado.

Como conclusión no te aconsejo el café torrefacto ni siquiera en mezcla, la vida es corta para tomar un mal café amigo.

Si te ha gustado comparte.

¿Sigues preso de la tradición de tomar café torrefacto?

¿Te gusta el toque que deja en las mezclas?

Si quieres hacer cualquier comentario tienes el  formulario a tu disposición

 

 

 

 

Existen 2 Comentarios

Llevo tiempo queriendo conocer las diferencias del café natural y la mezcla, y poder saber detalles sobre el proceso de la torrefacción.

Creo que has elaborado un artículo muy interesante, y tras leerlo tengo mucho más claro que quiero tomar café natural.

Gracias!

Hola, Alicia.

Nos encanta que el post te haya sido útil.

Tienes toda la razón en apostar por el tostado natural, para nosotros el café torrefacto es uno de los mayores atentados que se puede cometer contra el café, y el café mezcla de torrefacto y natural es persistir en el error.

Saludos

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