¿QUÉ ES UN CAFÉ IRLANDÉS?
En realidad es una forma fantástica de tomarse un café los días fríos del otoño y el invierno, cumpliendo una única condición: ser mayor de edad.
Por qué mayor de edad te preguntarás, sigue leyendo todo se aclarará.
Un café irlandés: más que una simple bebida caliente
Un café irlandés es una mezcla reconfortante y deliciosa que combina el sabor intenso del café con la calidez del whisky irlandés, coronada por una suave capa de crema o nata. Esta bebida, más que una simple receta, guarda una historia fascinante y un ritual único que la convierten en una experiencia especial.
Y eso, cafetero es básicamente hace al café irlandés una bebida popular en todo el mundo.
¿Cómo nació el café irlandés? Orígenes populares del Irlandés
El café irlandés nació en las fábricas de Irlanda, en los barcos de alta mar o en el campo, hace más de un siglo, donde los trabajadores, además de a largas jornadas laborales, tenían que enfrentarse a la humedad y frío de la zona.
Los irlandeses le echaron whisky al café, porque era lo que tenían a mano, al igual que los gallegos aguardiente dando lugar al famoso café con gotas, y por otras zonas al coñac, etc. Los combinados más conocidos en Europa eran el Pharisäer es una bebida tradicional de Viena, Austria, que consiste en una mezcla de café caliente, ron y azúcar, coronada con una capa de crema batida. El Fiaker, típico igualmente de los cafés vieneses, se prepara con aguardiente de frutas, como aguardiente de ciruelas o albaricoques. En Francia se extendió mucho la receta del café gloria, un café mezclado con espirituosos. Así que pocos países pueden desmentir a acusación de que tienen tendencia a mezclar café y alcohol.
En un proceso similar a otros cafés europeso como el carajillo español, de estos humildes orígenes se fue sofisticando y añadiendo elementos hasta lo que hoy conocemos como un café irlandés.
DÓNDE NACIÓ EL COFFEE IRISH TAL Y COMO LO CONOCEMOS hoy
Por sorprendente que pueda parecer en un café tan extendido que conozcamos exactamente donde nació.Se cree que la receta original de lo que hoy entendemos por un irlandés en el mundo del café se creó en el aeropuerto de Foynes, en el condado de Limerick, alrededor de la década de 1940. El chef Joe Sheridan es reconocido como el responsable de combinar café caliente, whisky irlandés y azúcar, y coronar la mezcla con una capa de crema batida.
Los turistas de la época eran gentes de posibles, que dirían un castizo, muchos de ellos hombres de negocios americanos, incluso celebridades del momento, desde escritores como Hemingway, pasando por políticos cómo Kennedy o actrices como Mauren O'Hara visitaron la zona.
Muchos fueron los que probaron ese café aún más cuando en la terminal del Aeropuerto internacional de Foyne, Brendan O'Regal, que, por otra parte, no podía tener un apellido más irlandés, abrió un establecimiento hostelero en el aeropuerto que acabaría por vender Irish Coffee.
La historia en profundidad
O'Regal contrato a un gran chef, Joe Sheridan, tipo que además de gran cocinero tenía una confianza en el mismo fuera de serie, en su curriculum escribió solo: "Soy el hombre para el puesto".
Y lo fue, el restaurante del aeropuerto donde trabajaba pronto gano fama de ser uno de los mejores restaurantes de Irlanda.
La casualidad hizo que una fría noche del invierno del año 1943 un avión que había despegado de este mismo aeropuerto, por las malas condiciones del tiempo, no raras en la zona, tuvo que volver al aeropuerto. Esa noche los pasajeros llegaron muertos de frío a las instalaciones del aeropuerto.
Al chef Sheridan se le ocurrió darle lo que había visto tomar a los trabajadores irlandeses durante tantos años, un café con whisky. Los clientes le felicitaron muy efusivamente, ¿qué tendrá el café combinado con el alcohol que desata la efusividad?
Una idea se le vino a la cabeza al bueno de Sheridan y se puso a pensar como mejorarlo. El Chef trabajó un poco la receta, y suponemos que influenciado por los cafés vieneses, se le ocurrió culminar la obra con nata. Al combinado lo bautizó como Irish Coffee, se lo presento a su jefe O'Regal y se incorporó al menú.
El éxito del café irlandés en Foynes fue inmediato. Se convirtió en la bebida insignia del aeropuerto, conquistando a pasajeros de todo el mundo que visitaban la región. La fama del café se extendió rápidamente por Irlanda, convirtiéndose en una bebida popular en pubs, cafés y hogares irlandeses.
Popularización y expansión por el mundo del café Irlandés
La popularidad del café irlandés no se limitó a las fronteras de Irlanda. A medida que los pasajeros del aeropuerto de Foynes regresaban a sus países de órigen, llevaban consigo la receta y el sabor de esta bebida única.
En la década de 1950, el café irlandés comenzó a aparecer en bares y restaurantes de Estados Unidos y como le paso a tantos cafés de otros origenes conquistar el corazón e los norteamericanos le llevo al exigto, poco a poco se fue expandiendo por Europa y otras partes del mundo. Su popularidad se vio impulsada por su sabor agradable, su capacidad para calentar el cuerpo y su asociación con la cultura irlandesa.
La expansión del café irlandés a nivel internacional se vio favorecida por varios factores:
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El aeropuerto de Foynes era un importante punto de escala para los vuelos transatlánticos, lo que permitió que la receta del café irlandés llegara a personas de todo el mundo.
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La cultura irlandesa en la década de 1950 experimentó un resurgimiento de interés en Estados Unidos y otros países. El café irlandés se convirtió en un símbolo de esta cultura, atrayendo a personas que buscaban probar algo diferente y auténtico.
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La combinación de café caliente, whisky irlandés, azúcar y crema resultó ser atractiva para muchos paladares. El café irlandés ofrecía una experiencia sensorial única que lo diferenciaba de otras bebidas populares.
HABÍA NACIDO EL IRISH COFFEE O CAFÉ IRLANDÉS que llego a nosotros
Cómo que crees que se cerraba las comida en ese local a partir de este momento, con un café irlandés, no podía ser de otra forma.
Cómo todo el que era alguien en la época acababa pasando por el restaurante de O'Regal el boca a boca hizo el resto del trabajo y el café irlandés tal y como lo conocemos se extendió a todo el mundo, siendo uno de los cafés más populares en la actualidad.
El fenómeno recorrió Europa de un extremo a otro, parece que el hecho de acompañar el humeante café con alcohol es una garantía de éxito para cualquier café.
¿Cómo preparo un café irlandés?
Atención no es acto para menores de edad, el café irlandés contiene alcohol.
A estas alturas del post ya estará claro, pero no está de más decirlo explícitamente.
Eso sí, para aquellos que estáis en edad de tomarlo y no os importa que vuestro café lleve una pizca de alcohol es una opción estupenda.
Ingredientes para una copa de café irlandés
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1 taza de café preferiblemente fuerte y de buena calidad es esencial. Se recomienda utilizar espresso preferiblemente, o en su defecto, café preparado en cafetera italiana.
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25 ml de whisky Irlandés para que el Irish Coffee haga honor a su nombre. Elige un whisky suave y con sabor equilibrado, que no opaque el sabor del café.
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2 cucharadas de azúcar para endulzar la mezcla y complementar los sabores.
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200 ml de nata, hay quien utiliza crema de leche. Un toque final cremoso y suave. Se puede batir ligeramente para obtener una textura más espesa.
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Optativo, decorar al gusto pizca de canela molida, cacao en polvo, o bien un par de granos de café.
Estas proporciones tendréis que multiplicarlas por el número de personas que se suman a tu Irish Coffee. Te aviso se unirán muchos, ya que suele ser una confinación que les encanta tanto a hombres como a mujeres.
Modo de preparación del Café Irlandés
Lo habitual en Irlanda es tomarlo en una copa alargada de cristal, así que si queremos mantener el espíritu del auténtico Irish Coffee utilicemos este tipo de copas para prepararlo.
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En un cazo, calentamos el whisky con el azúcar, dos cucharadas hasta que casi llegue a hervir. Y revuelves hasta que se mezclen azúcar y whisky perfectamente. Se puede flamear, que no es otra cosa que quemar un poco el alcohol para que no salga un café tan alcohólico. Para apagarlo siempre ahogarlo simplemente colocando un platillo encima para que se quede sin oxígeno, no se os ocurra soplar, ya que avivará la llama y os podrías quemar.
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Preparamos un café bien cargado en cafetera espresso, si estás en casa y no tienes expreso, siepre puedes utilizar una cafetera italiana cargando bien de café la cafetera. Eso sí, con un café de calidad con cuerpo e intensidad. Con cualquiera de nuestros cafés, desde el negro selección, pasando por el arábica 100%, hasta el gran orixe podrás obtener un resultado excelente en el café irlandés.
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El último elemento es la nata o crema de leche que añadiremos a este café. Los cánones del Irish Coffee dicen que lo mejor nata semimontada, evitando que se convierta en nata montada, pero si a ti te gusta de la otra forma que quieres que te diga, toma tus decisiones ya eres maorcito, ¿no?
Cómo proceder al montaje del café irlandés
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Vertemos el whisky irlandés que hemos calentado mezclado con el azúcar, que llegara a un tercio de la copa aproximadamente si estamos utilizando la copa y las medidas correctas.
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El café bien cargado que hemos preparado lo vertemos en la copa, lo que ocupará unos dos tercios de la copa.
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Y con mucho cuidado y sobre una cucharilla dada la vuelta vertemos la nata que previamente hemos levantado, con la intención de que la nata y el café no se mezclen.
La idea es que queden en dos niveles diferenciados y no se mezclen estos dos elementos del café irlandés antes de servirlo en la mesa.
Si te gusta la canela o el cacao, puedes espolvorear una pizca de estos elementos en la parte superior del café, o decorar con un par de granos de café.
Ya está listo para tomar.
Cómo ves, existen variantes a la hora de hacer el café, prueba hasta que des con la tuya.
Ojo que queda el trabajo más complicado para aquel que lo bebe.
Ritual de consumo del café irlandés
No se trata solo de una bebida, sino de una experiencia. Se recomienda tomarlo caliente, a través de la capa de crema, sin mezclarla con el café. De esta manera, se disfruta de la suavidad de la crema seguida del sabor intenso del café y el whisky.
Tu trabajo es tomar el café a través de la nata dando pequeños sorbos al café, así que no cometas el error del pardillo que es mezclar la nata y el café con la cucharilla.
Un café delicioso para esas largas tardes de otoño donde el sol se recoge pronto y el frío enfría el cuerpo y el alma.
El café irlandés es más que una simple mezcla de ingredientes. Es una bebida con historia, cultura y un ritual único que la convierten en una experiencia especial. Disfrutarlo en un ambiente acogedor, con buena compañía, es una manera perfecta de crear recuerdos y compartir momentos agradables.
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